Este miércoles 3 de junio todo el país se movilizó y salió a la calle con la bandera contra la violencia de género y el femicidio con el lema “Ni una menos”.
La convocatoria surgió de un grupo de periodistas, artistas y activistas para generar alerta y pedir medidas claras y efectivas ante tantos casos aberrantes de asesinatos de mujeres en lo que va del año y recordando a todas las victimas que aún hoy, no tienen accionar de la justicia sobre los agresores.
La población toda sintió la necesidad de poner en ojo público y político esta terrible problemática que arrasa con la vida de mujeres de todas las edades, incluso, con las de sus hijos en gestación.
Esta enfermedad que se ha instalado lentamente en nuestra sociedad, se debe a diversos factores de los cuales, la justicia es una de las principales responsables. Contar con cientos de asesinatos mal juzgados y sentenciados, beneficios en exceso a los agresores detenidos, sin nombrar aquellos que no llegan a ser responsabilizados caratulando los casos como “muerte dudosa”.
La falta de castigos y sentencias firmes ante estos asesinatos y abusos agravados, ha permitido que la violencia y la crueldad llegue a los extremos de la naturaleza humana…
En la marcha se reclamó puntualmente por cinco puntos que se establecen en la Ley Nº 26.485 que fue sancionada en 2009, reglamentada en 2010 y que aún tiene disposiciones que no se encuentra en vigencia:
1- Implementación del Plan Nacional de Acción para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, que forma parte de la Ley de Protección Integral a las Mujeres. El plan tiene como propósito prevenir la violencia contra las mujeres y ofrecer la atención integral de las mujeres víctimas de violencia y su núcleo familiar a cargo, mediante recursos y respuestas interinstitucionales que permitan una rápida y eficaz respuesta al problema de la violencia de género.
2- 2- que se garantice el acceso a la Justicia de las víctimas; que haya patrocinio jurídico; que no se las revictimice y que las causas que se tramitan en el fuero civil y penal se unan para que sea todo más ágil. Muchas veces, a pesar de existir en el país comisarías específicas para cubrir la temática, las mujeres que son víctimas de violencia de género acuden a ellas y son menospreciadas o los efectivos intentar persuadirlas para que no presenten las demandas pertinentes. Una vez pasada esta etapa, la parte judicial no es mucho mejor. Las órdenes de restricción no se cumplen en muchos casos y las víctimas corren más riesgos.
3- La creación de una estadística oficial sobre femicidios en el país. Los especialistas que se dedican al tema cuentan hasta ahora sólo con reportes periodísticos y los números que aporta la Casa del Encuentro, que es una asociación civil. Es indispensable que existan números precisos para implementar políticas públicas.
4- Que se garantice la Educación Sexual Integral en todos los niveles. Si bien en 2006 se creó la Ley 26.150 que cubre ese propósito y ordena que todos «tienen derecho a recibir educación sexual integral en los establecimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada de las jurisdicciones nacional, provincial, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y municipal», no se cumple en todas las jurisdicciones.
5- Los convocantes exigieron que las víctimas de violencia de género sean protegidas. De alguna manera, este punto está relacionado al número dos. Si una mujer denuncia a un hombre y no es protegida y éste tiene acceso a ella, las cosas se pueden poner mucho peor de lo que estaban. La Justicia tiene que monitorear que se cumplan las medidas que se disponen en el marco de las causas.
En el marco de esta populosa marcha, en las redes sociales se instaló además una fuerte polémica por la “distorsión» que se pretendía desde diferentes grupos de feministas en el sentido real de la manifestación “Ni una menos”. Estos grupos intentaron sumarse al movimiento social con su reclamo de legalización del aborto y eso despertó el enojo popular.
Desde nuestra función de comunicadores y adherentes a la loable campaña en contra de la violencia de género y femicidio, decimos “No al aborto”. Porque defendemos la vida y apostamos a la educación sexual y la instalación adecuada de la información para el cuidado en la reproducción sexual.
Reclamamos por el derecho a la vida y los derechos de las mujeres, abalar el aborto es consentir el femicidio desde el vientre.
BRUJULA